Este jueves 16 de noviembre, el Papa Francisco mantuvo un encuentro privado con los participantes del convenio anual de sacerdotes hispanos de Estados Unidos, a quienes pidió tener cuidado con la “exquisitez eclesiástica” y dedicarse a servir a los fieles y no ser “oficinistas de lo sagrado”.
En su discurso a este grupo de sacerdotes que ha viajado a Roma desde Estados Unidos para participar en el convenio anual, el Santo Padre afirmó que la Iglesia “es una casa de puertas abiertas” y advirtió que “cuando queremos hacer exquisita la Iglesia, es una casa de puertas cerradas y eso no funciona. Cuidado con la exquisitez eclesiástica”.
A continuación, como en ocasiones anteriores, lamentó que “hemos perdido un poco el sentido de la adoración” y reiteró que “tenemos que encontrar el Señor en el silencio de la adoración”.