A orillas de las vías del tren carguero conocido como "La Bestia", en una zona estratégica de paso para quienes buscan llegar a Estados Unidos, se encuentra la Casa del Migrante San Juan Diego en la Diócesis de Cuautitlán, en el Estado de México, la cual se ha convertido en un refugio y “alivio” para quienes emprenden peligrosos viajes en busca de una vida más digna.
Inspirados en la figura de San Juan Diego, que tuvo un encuentro con la Virgen de Guadalupe, la Casa del Migrante se dedica a brindar asistencia humanitaria a quienes la solicitan en su camino.