Párroco de Gaza: Bombardeos ocurren “noche y día” y “no hay lugar seguro donde estar”

Destrozos tras un ataque aéreo israelí en la ciudad de Rafah, al sur de la Franja de Gaza Destrozos tras un ataque aéreo israelí en la ciudad de Rafah, al sur de la Franja de Gaza. 17 de octubre de 2023 | Crédito: Anas-Mohammed/Shutterstock

El único párroco católico en Gaza, el sacerdote argentino Gabriel Romanelli, aseguró este 18 de octubre que “la Franja de Gaza con sus 2.300.000 habitantes sigue siendo bombardeada noche y día. No hay lugar seguro donde estar ni dónde ir”.

En un comunicado compartido con ACI Prensa, el P. Romanelli, sacerdote misionero del Instituto del Verbo Encarnado (IVE), manifestó: “Urge pedir, suplicar, interceder para que se realice un alto el fuego”.

“En todos lados, pero sobre todo en los pocos refugios que hay, los ruidos de los bombardeos, el encierro, la falta de todo, hacen difícil la vida cotidiana”, reconoció el párroco. “Muchos han perdido a seres queridos, hay miles de muertos, y miles y miles de heridos, muchísimos han perdido sus casas, negocios, todo”, lamentó.

El P. Romanelli estaba de paso en Belén, en Cisjordania, cuando ocurrió el ataque de Hamás contra Israel, y este país declaró la “guerra”. A causa del conflicto, no ha podido regresar a Gaza.

En su mensaje, el sacerdote ofreció calma al afirmar que toda la comunidad cristiana está bien, refugiados en la parroquia: “En lo de Jesús, [en Argentina, “la casa de Jesús”] como les gusta repetir”.

“Sigamos rezando mucho por ellos y por todos los habitantes de Gaza, musulmanes y cristianos, quienes en estos días viven vida de desplazados y refugiados”, alentó.

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“Tanto el Padre Iusuf Asaad, IVE, vicario parroquial, como las Hermanas Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará, María del Pilar Llerena y María del Socorro Llerena, como las religiosas del Rosario de Jerusalén y las Hermanas de la Madre Teresa junto a todos los niños discapacitados, como todas las familias, están bien”, insistió el P. Romanelli.

Además, aseguró que la colaboración con la gente del barrio “es buena y constante, como lo es habitualmente en Gaza”, donde cristianos y musulmanes conviven cotidianamente.

“La gente en toda la Franja de Gaza está desesperada y busca, como sea, el lugar que les parezca más seguro. Todo está desbordado. Y muchísima gente vaga por las calles con sus hijos y poquísimas cosas al hombro buscando amparo. La guerra destruye todo. Pidamos por su fin”, reiteró.

Finalmente, el sacerdote agradeció en nombre de la comunidad cristiana por la gran cantidad de oraciones, mensajes, llamadas y pedidos de entrevistas, aunque reconoció que es “imposible” responder la mayoría de ellos.

“Les suplicamos que sigan rezando para que el Señor haga cesar este cáliz de dolor en virtud de la fuerza y bondad de su Pasión salvadora”, concluyó.

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