Cuenta la Biblia que Moisés no pudo entrar en la Tierra Prometida, pero pudo verla desde un monte y murió. En ese preciso lugar, ahora se eleva una Basílica, donde los franciscanos de la Custodia de Tierra Santa realizaron una especial celebración por quien sacó a los israelitas de la esclavitud en Egipto.
Aunque no se conmemora en toda la Iglesia universal, la fiesta de San Moisés es cada 4 de septiembre. Este profeta y patriarca fue quien, tras salir de Egipto, guió al pueblo por el desierto, entregándole los mandamientos de la ley de Dios.