La situación política y social en Mozambique es complicada desde hace décadas, especialmente para los católicos que, después de que el país declarara su independencia de Portugal en 1975, han sido perseguidos brutalmente. Alrededor de 7 millones de católicos viven en el país africano, representando el 28% de la población total de 27 millones.
En este contexto cobra gran importancia el regreso de una congregación religiosa femenina a tierras mozambiqueñas. La última congregación había salido del país 40 años atrás. Hace pocos meses llegaron a Dómuè, una población de la Diócesis de Tete, en el oeste de Mozambique, las Pequeñas Misioneras de María Inmaculada. Las hermanas fueron recibidas con una gran fiesta.
Una de ellas, la Hna.Mirian dos Santos, declaró a Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN, por sus siglas en inglés) que estaba “atónita y conmovida” por el recibimiento de la gente apenas llegaron al país el pasado 10 de mayo. Incluso el obispo de la diócesis se pronunció sobre el arribo de las religiosas Mons. Diamantino Antunes afirmó que era algo que esperaban y deseaban “desde hace mucho tiempo” y agregó que incluso “soñaban” con ello.