El 5 de agosto se conmemora a San Abel, quien siendo Arzobispo en Francia sufrió múltiples ataques y calumnias de otro prelado que ambicionaba su puesto. El santo padeció mucho y respondió a las afrentas de una manera inusual.
Se tienen muy pocos datos de la vida de San Abel, pero la tradición indica que nació en Reino Unido. Según el libro Vidas de los santos de Alban Butler, el santo fue a evangelizar a la región europea de Flandes, lo que hoy es Bélgica con partes de Francia y Países Bajos.
Por ese entonces había un líder militar llamado Carlos Martel (martillo), abuelo de Carlomagno. Él gozaba de gran prestigio, porque había liderado la batalla de Poitiers (732 d.C.), en Francia, donde se detuvo la expansión musulmana en la Europa cristiana.