La Conferencia de Obispos Católicos de la India (CBCI) concluyó el lunes una visita a Manipur, estado en el noroeste del país, donde la violencia étnica ha provocado la muerte de decenas de cristianos y la destrucción de cientos de iglesias y edificios desde inicios de mayo.
Durante una visita de dos días, entre el 23 y 24 de julio, la delegación de la CBCI, liderada por su presidente, el Arzobispo Andrews Thazhath, donó víveres a los damnificados y elaboró un análisis de la situación.
En un comunicado difundido tras la visita, los obispos indios condenan "todas las formas de violencia, atrocidades y ataques", y expresan su honda preocupación "por la situación actual y el futuro de quienes han huido de estos lugares" y temen por "el futuro de sus hijos".