El Obispo de Córdoba (España), Mons. Demetrio Fernández, reflexiona en su carta semanal sobre la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), donde los jóvenes "no necesitan ni porros, ni preservativos, ni alcohol para vivir una alegría inolvidable".
Mons. Fernández llega a esta conclusión tras subrayar el hecho de que la JMJ beneficia el impulso evangelizador de los pequeños y adolescentes: "Les hace mucho bien cantar, bailar, adorar al Señor, confesarse, participar en la Eucaristía. Es decir, pasárselo bien precisamente por ser cristianos".
A su juicio, también es positivo para los que acuden a la JMJ "ver una Iglesia universal, joven, dinámica, vivir estos días de comunión y encuentro con otros jóvenes del mundo entero, ser acogidos por las diócesis como si fueran sus hijos".