Los famosos chocolates Ferrero Rocher tienen un profundo vínculo poco conocido con las apariciones de la Virgen María en Lourdes (Francia).
Se cuenta que Michele Ferrero, experto chocolatero y fundador de la marca, decidió llamarlos así en honor a la gruta de Rocher de Massabielle, un lugar en Lourdes donde la Virgen María se apareció a Santa Bernadette Soubirous. De hecho, en francés "rocher" significa gruta.
El chocolate, conocido por su consistencia crocante, apareció en Italia en 1979 y se comercializó por otros países de Europa desde 1982.