Santa Margarita María Alacoque, Virgen (Memoria Libre)

octubre 16, 2024

Color: Blanco

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Gálatas 5:18-25

    18Si os dejáis conducir por el Espíritu, no estáis sujetos a la Ley.
    19Ahora bien, están claras cuáles son las obras de la carne: la fornicación, la impureza, la lujuria,
    20la idolatría, la hechicería, las enemistades, los pleitos, los celos, las iras, las riñas, las discusiones, las divisiones,
    21las envidias, las embriagueces, las orgías y cosas semejantes. Sobre ellas os prevengo, como ya os he dicho, que los que hacen esas cosas no heredarán el Reino de Dios.
    22En cambio, los frutos del Espíritu son: la caridad, el gozo, la paz, la longanimidad, la benignidad, la bondad, la fe,
    23la mansedumbre, la continencia. Contra estos frutos no hay ley.
    24Los que son de Jesucristo han crucificado su carne con sus pasiones y concupiscencias.
    25Si vivimos por el Espíritu, caminemos también según el Espíritu.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 1:1-4, 6

    1Dichoso el hombre
    que no sigue el consejo de impíos, ni se detiene en el camino de pecadores, ni toma asiento con farsantes,
    2sino que se complace en la Ley del Señor,
    y noche y día medita en su Ley.
    3Será como un árbol
    plantado al borde de la acequia, que da fruto a su tiempo, y no se marchitan sus hojas: cuanto hace prospera.
    4No así los impíos, no así.
    Son como polvo que dispersa el viento.
    6Porque el Señor vela sobre el camino de los justos,
    mientras el de los impíos acaba en perdición. 

  • Evangelio

    Lucas 11:42-46

    42Pero, ¡ay de vosotros, fariseos, que pagáis el diezmo de la menta, de la ruda y de todas las legumbres, pero despreciáis la justicia y el amor de Dios! ¡Hay que hacer esto sin descuidar lo otro!
    43»¡Ay de vosotros, fariseos, porque apetecéis los primeros asientos en las sinagogas y que os saluden en las plazas!
    44»¡Ay de vosotros, que sois como sepulcros disimulados, sobre los que pasan los hombres sin saberlo!
    45Entonces, cierto doctor de la Ley, tomando la palabra, le replica:
    —Maestro, diciendo tales cosas nos ofendes también a nosotros.
    46Pero él dijo:
    —¡Ay también de vosotros, los doctores de la Ley, porque imponéis a los hombres cargas insoportables, pero vosotros ni con uno de vuestros dedos las tocáis!

  • Primera Lectura

    Efesios 3:14-19

    14Por este motivo, me pongo de rodillas ante el Padre,
    15de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra,
    16para que, conforme a las riquezas de su gloria, os conceda fortaleceros firmemente en el hombre interior mediante su Espíritu.
    17Que Cristo habite en vuestros corazones por la fe, para que, arraigados y fundamentados en la caridad,
    18podáis comprender con todos los santos cuál es la anchura y la longitud, la altura y la profundidad;
    19y conocer también el amor de Cristo, que supera todo conocimiento, para que os llenéis por completo de toda la plenitud de Dios.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 23:1-6

    1Salmo. De David.
    El Señor es mi pastor, nada me falta.
    2En verdes prados me hace reposar;
    hacia aguas tranquilas me guía;
    3reconforta mi alma,
    me conduce por sendas rectas por honor de su Nombre.
    4Aunque camine por valles oscuros,
    no temo ningún mal, porque Tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me sosiegan.
    5Preparas una mesa para mí
    frente a mis adversarios. Unges con óleo mi cabeza, mi copa rebosa.
    6Tu bondad y misericordia me acompañan
    todos los días de mi vida; y habitaré en la Casa del Señor por dilatados días. 

  • Evangelio

    Mateo 11:25-30

    25En aquella ocasión Jesús declaró:
    —Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y prudentes y las has revelado a los pequeños.
    26Sí, Padre, porque así te ha parecido bien.
    27Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, ni nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiera revelarlo.
    28»Venid a mí todos los fatigados y agobiados, y yo os aliviaré.
    29Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas:
    30porque mi yugo es suave y mi carga es ligera.