Santa Teresa de Jesús, Virgen, Doctora de la Iglesia (Memoria)

octubre 15, 2024

Color: Blanco

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Gálatas 5:1-6

    1Para esta libertad Cristo nos ha liberado. Manteneos, por eso, firmes, y no os dejéis sujetar de nuevo bajo el yugo de la servidumbre.
    2Mirad: yo, Pablo, os digo que, si os circuncidáis, Cristo no os servirá de nada.
    3Y lo vuelvo a atestiguar a todo hombre que se circuncida: queda obligado a cumplir toda la Ley.
    4Os habéis separado de Cristo los que buscáis la justicia en la Ley; os habéis apartado de la gracia.
    5Pues nosotros, por el Espíritu, anhelamos a partir de la fe el fruto de la justicia.
    6Porque en Cristo Jesús no tienen valor ni la circuncisión ni la falta de circuncisión, sino la fe que actúa por la caridad.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 119:41, 43, 45, 47-48

    41(Vav) Venga a mí tu misericordia, Señor,
    tu salvación, según tu promesa,
    43No quites de mi boca la palabra veraz,
    pues espero en tus juicios;
    45Caminaré por vía espaciosa,
    pues estudio tus mandatos.
    47Me deleitaré en tus mandamientos,
    que tanto amo.
    48Alzaré mis manos hacia tus mandatos,
    y meditaré en tus preceptos.

  • Evangelio

    Lucas 11:37-41

    37Cuando terminó de hablar, cierto fariseo le rogó que comiera en su casa. Entró y se puso a la mesa.
    38El fariseo se quedó extrañado al ver que Jesús no se había lavado antes de la comida.
    39Pero el Señor le dijo:
    —Así que vosotros, los fariseos, limpiáis por fuera la copa y el plato, pero por dentro estáis llenos de rapiña y de maldad.
    40¡Insensatos! ¿Acaso quien hizo lo de fuera no ha hecho también lo de dentro?
    41Dad, más bien, limosna de lo que guardáis dentro, y así todo será límpio para vosotros.

  • Primera Lectura

    Romanos 8:22-27

    22Pues sabemos que la creación entera gime y sufre con dolores de parto hasta el momento presente.
    23Y no sólo ella, sino que nosotros, que poseemos ya los primeros frutos del Espíritu, también gemimos en nuestro interior aguardando la adopción de hijos, la redención de nuestro cuerpo.
    24Porque hemos sido salvados por la esperanza. Ahora bien, una esperanza que se ve no es esperanza; pues ¿acaso uno espera lo que ve?
    25Por eso, si esperamos lo que no vemos, lo aguardamos mediante la paciencia.
    26Asimismo también el Espíritu acude en ayuda de nuestra flaqueza: porque no sabemos lo que debemos pedir como conviene; pero el mismo Espíritu intercede por nosotros con gemidos inefables.
    27Pero el que sondea los corazones sabe cuál es el deseo del Espíritu, porque intercede según Dios en favor de los santos.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 19:8-11

    8La Ley del Señor es perfecta; reconforta el alma.
    El mandato del Señor es firme, instruye al sencillo.
    9Los preceptos del Señor son rectos,
    alegran el corazón. Los mandamientos del Señor son puros, dan luz a los ojos.
    10El temor del Señor es limpio,
    dura por siempre. Los juicios del Señor son veraces, son enteramente justos,
    11más preciosos que el oro, que el oro más fino,
    más dulces que la miel que destila el panal.

  • Evangelio

    Juan 15:1-8

    1»Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el labrador.
    2Todo sarmiento que en mí no da fruto lo corta, y todo el que da fruto lo poda para que dé más fruto.
    3Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado.
    4Permaneced en mí y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco vosotros si no permanecéis en mí.
    5Yo soy la vid, vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, porque sin mí no podéis hacer nada.
    6Si alguno no permanece en mí es arrojado fuera, como los sarmientos, y se seca; luego los recogen, los arrojan al fuego y arden.
    7Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y se os concederá.
    8En esto es glorificado mi Padre, en que deis mucho fruto y seáis discípulos míos.