Presentación de la Santísima Virgen María (Memoria)

noviembre 21, 2023

Color: Blanco

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    2 Macabeos 6:18-31

    18A Eleazar, uno de los escribas preeminentes, hombre de avanzada edad y de aspecto muy venerable, abriéndole la boca, le forzaban a comer carne de cerdo.
    19Pero él, prefiriendo una muerte gloriosa a una vida ignominiosa, se adelantó voluntariamente al suplicio
    20escupiendo el bocado, según el modo de comportarse de aquellos que se mantienen firmes en rechazar las cosas que no es lícito comer ni siquiera por el entrañable amor a la vida.
    21Los que estaban encargados del impío banquete sacrificial, como conocían a aquel hombre desde mucho tiempo antes, lo llevaron aparte y le rogaban que trajera carne de la que le estuviera permitido comer, que la preparara él mismo, y que fingiera comer de la carne del sacrificio ordenado por el rey.
    22Al obrar así, se libraría de la muerte y conseguiría ser tratado con clemencia en virtud de la antigua amistad que tenía con ellos.
    23Pero él tomó una honrosa decisión digna de su edad, del prestigio de su vejez, de sus merecidas y venerables canas, de su inmejorable conducta desde niño, y, sobre todo, de la divina y santa legislación. Así que dio una respuesta consecuente contestando de inmediato que lo enviasen al hades:
    24—Porque no es digno de nuestra edad fingir, de manera que muchos jóvenes crean que el nonagenario Eleazar se ha pasado a las costumbres extranjeras,
    25y a causa de mi simulación y de una vida breve y pasajera, se pierdan por mi culpa, y yo acarree ignominia y deshonor en mi vejez.
    26Pues incluso si al presente yo escapara del castigo de los hombres, no huiría de las manos del Todopoderoso, ni vivo ni muerto.
    27Por eso, entregando ahora valerosamente la vida, me mostraré digno de mi vejez,
    28dejando a los jóvenes un noble ejemplo de morir voluntaria y noblemente por las santas y venerables leyes.
    Tras decir estas cosas se dirigió enseguida al tormento.
    29Los que lo llevaban cambiaron la benevolencia que poco antes tenían hacia él en hostilidad, pues consideraron que las palabras que acababa de decir eran una locura.
    30Cuando estaba a punto de morir por las heridas, dijo entre gemidos:
    —Quede patente al Señor, poseedor del santo conocimiento, que aun pudiendo librarme de la muerte, soporto fuertes dolores en mi cuerpo al ser flagelado, pero en mi alma lo sufro con gusto por temor a Él.
    31De esta forma murió dejando su muerte como ejemplo de nobleza y como recuerdo de virtud, no sólo para los jóvenes, sino también para la gran mayoría del pueblo.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 3:2-7

    2¡Señor! ¡Cuántos son mis adversarios!
    ¡Cuántos los que se alzan contra mí!
    3¡Cuántos los que dicen de mí:
    «Ya no tiene salvación de Dios»!
    4Pero Tú, Señor, eres mi escudo protector,
    mi gloria, el que me hace erguir la cabeza.
    5Elevo mi voz al Señor
    y me responde desde su monte santo.
    6Me acuesto y puedo dormir
    y despertarme, porque el Señor me sostiene.
    7No temo al tropel de gente
    que me ponen cerco.

  • Evangelio

    Lucas 19:1-10

    1Entró en Jericó y atravesaba la ciudad.
    2Había un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de publicanos y rico.
    3Intentaba ver a Jesús para conocerle, pero no podía a causa de la muchedumbre, porque era pequeño de estatura.
    4Se adelantó corriendo y se subió a un sicómoro para verle, porque iba a pasar por allí.
    5Cuando Jesús llegó al lugar, levantando la vista, le dijo:
    —Zaqueo, baja pronto, porque conviene que hoy me quede en tu casa.
    6Bajó rápido y lo recibió con alegría.
    7Al ver esto, todos murmuraban diciendo que había entrado a hospedarse en casa de un pecador.
    8Pero Zaqueo, de pie, le dijo al Señor:
    —Señor, doy la mitad de mis bienes a los pobres, y si he defraudado en algo a alguien le devuelvo cuatro veces más.
    9Jesús le dijo:
    —Hoy ha llegado la salvación a esta casa, pues también éste es hijo de Abrahán;
    10porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido.

  • Primera Lectura

    Zacarías 2:14-17

    14Grita de gozo y alégrate,
    hija de Sión, porque vengo a habitar dentro de ti —oráculo del Señor—.
    15Aquel día seguirán al Señor muchas naciones
    y serán pueblo mío. Yo habitaré en medio de ti, y sabrás que el Señor de los ejércitos a ti me envió.
    16El Señor tomará posesión de Judá
    como su lote en tierra santa, y volverá a elegir a Jerusalén.
    17Que calle toda carne ante el Señor,
    que se alza de su santa morada».

  • Salmo Responsorial

    Lucas 1:46-55

    46María exclamó:
    —Engrandece mi alma al Señor,
    47y se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador:
    48porque ha puesto los ojos
    en la humildad de su esclava; por eso desde ahora me llamarán bienaventurada todas las generaciones.
    49Porque ha hecho en mí cosas grandes
    el Todopoderoso, cuyo nombre es Santo;
    50su misericordia se derrama de generación
    en generación sobre los que le temen.
    51Manifestó el poder de su brazo,
    dispersó a los soberbios de corazón.
    52Derribó de su trono a los poderosos
    y ensalzó a los humildes.
    53Colmó de bienes a los hambrientos
    y a los ricos los despidió vacíos.
    54Auxilió a Israel su siervo,
    recordando su misericordia,
    55como había prometido a nuestros padres,
    Abrahán y su descendencia para siempre.

  • Evangelio

    Mateo 12:46-50

    46Aún estaba él hablando a las multitudes, cuando su madre y sus hermanos se hallaban fuera intentando hablar con él.
    47Alguien le dijo entonces:
    —Mira, tu madre y tus hermanos están ahí fuera intentando hablar contigo.
    48Pero él respondió al que se lo decía:
    —¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?
    49Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo:
    —Éstos son mi madre y mis hermanos.
    50Porque todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre.