Recuerdos de la visita del Papa invaden Ratisbona


Recuerdos de la visita del Papa invaden Ratisbona

Las banderas negro-rojo-doradas que invadieron Alemania durante la reciente copa mundial, se han convertido hoy en banderas blanco-amarillas, por lo menos en la ciudad de Ratisbona. Y es que blanco y amarillo son los colores del Papa, que estará pronto visitando su Baviera natal. Mas para quien quiera gastar su dinero en otro tipo de recuerdos, puede adquirir platos del Papa, velas con su rostro, vasos y tazas, e inclusive una cerveza especialmente preparada y creada para la ocasión. Todos estos artículos han invadido las calles de Ratisbona, como señal de los preparativos y de la expectativa existente en la ciudad por tan ilustre y querido visitante.

Las banderas negro-rojo-doradas que invadieron Alemania durante la reciente copa mundial, se han convertido hoy en banderas blanco-amarillas, por lo menos en la ciudad de Ratisbona. Y es que blanco y amarillo son los colores del Papa, que estará pronto visitando su Baviera natal. Mas para quien quiera gastar su dinero en otro tipo de recuerdos, puede adquirir platos del Papa, velas con su rostro, vasos y tazas, e inclusive una cerveza especialmente preparada y creada para la ocasión. Todos estos artículos han invadido las calles de Ratisbona, como señal de los preparativos y de la expectativa existente en la ciudad por tan ilustre y querido visitante.

Las tiendas alrededor de la catedral han ampliado sus existencias de este tipo de artículos, previendo la llegada de olas de peregrinos que llegarán para acompañar al Santo Padre durante su estadía en Ratisbona el próximo 12 de septiembre.

Innumerables pancartas dando la bienvenida a Benedicto XVI se dejan ver desde ahora, animando la prisa con que muchos trabajadores vienen colocando adoquines en la plaza de la catedral. Hasta el portón de lado oeste de la catedral, cerrado desde hace décadas, quedará listo para ser reabierto para la visita del Santo Padre.

El Presidente de las Congregaciones Marianas masculinas, el sacerdote Heinrich Wachter, fue quien tuvo la idea de crear las banderolas pontificias, y señaló que "querían unirse a la alegría y el entusiasmo vividos durante la última Jornada Mundial de la Juventud en Colonia, y de la reciente Copa Mundial. Ver la banderita con el escudo papal en muchos autos, es ahora ocasión para que sus conductores se saluden entusiasmados cuando se cruzan unos a otros por la ciudad".

"Para nosotros los católicos -agregó el sacerdote- es una inmensa alegría contar con un Papa alemán. Las banderas son un signo visible de nuestra fe y de nuestra solidaridad. Mi sueño es que en unos días todos en Ratisbona anden embanderados", y tal vez vea su sueño realizado, pues en los últimos días ha recibido mas de 700 pedidos, cada uno solicitando entre 100 y 150 banderolas. El propio P. Wachter contó que ha probado la banderola en la autopista, y probó su resistencia en velocidades de hasta 140 km . por hora.

El P. Wachter conoce personalmente al entonces Cardenal Ratizinger desde hace décadas, pues es vecino del P. Georg Ratzinger, hermano del Papa. Recientemente antes de la Pascua , tuvo el honor de cenar con el Papa y sus dos secretarios, y obviamente la lengua obligatoria fue el dialecto bávaro.

Cerveza con incienso marca Benedicto

Mientras que las cervecerías locales se inhibieron, un inventor de la región del Ruhr tiene lista una cerveza con incienso que acaba de lanzar al mercado como novedad en el mundo, a la que ha llamado "Benediktrunk" (trago Benedicto). En un pequeño bar cercano al puente de piedra, Uwe Fritz presenta entre muchos productos regionales, su original trilogía de bebidas, una cerveza, una cerveza clara y una limonada, todas ellas con un ingrediente novedoso, el incienso. Se animó a producir la limonada, pues supo que ésta es la bebida favorita de Benedicto XVI. La idea de producir bebidas con incienso vino del contacto con los escritos de Sta. Hildegarda de Bingen, que documentó las cualidades curativas y anestésicas del incienso; un amigo le diseño la etiqueta, con una vista de la ciudad con un Papa de mirada paternal sobre ella. Ahora solo falta que llegue el Santo Padre, a quien ya le fue enviada una muestra hasta Roma, para que la pruebe.


Fuente: ZDF.de