El Papa Francisco visitó esta mañana en Bangui, capital de República Centroafricana, el campo de refugiados de la ciudad, donde se encuentra además la parroquia de St. Sauveur. Allí, de forma improvisada, deseó a todos vivir en paz "porque todos somos hermanos".
En el Campo, donde hay cerca de 75.000 refugiados a causa del conflicto en el país, le esperaban decenas de niños que con sus sonrisas y cantos recibieron a Francisco, quien no dudó en dedicarles a muchos de ellos algunos segundos.
Al inicio de la breve visita, una mujer del centro San Juan XIII que le dirigió unas palabras de bienvenida y recibió su bendición.