El Papa Francisco y el Patriarca Ecuménico Bartolomé firmaron este domingo una declaración conjunta histórica en la que reafirmaron su deseo de alcanzar la unidad de los cristianos, y donde expresaron también su preocupación por los cristianos perseguidos, en especial en Irak y Siria; además invitaron a promover un "diálogo constructivo con el Islam, basado en el mutuo respeto y la amistad".
La firma de la declaración conjunta tuvo lugar una vez concluida la celebración de la Divina Liturgia en el Patriarcado ecuménico de Estambul, y después de asomarse al balcón del Palacio Patriarcal y bendecir a la vez a los fieles reunidos en el exterior.
La firma del documento se efectuó en la Sala del Trono. El texto no fue leído para -explicó el Patriarca-, no extender más y complicar de alguna manera la agenda del Papa Francisco y que la declaración común se ha de distribuir en los diferentes idiomas.