Un sacerdote compartió recientemente su testimonio de cómo fue secuestrado este año por extremistas musulmanes y la violencia que estos ejercieron, dejándolo con profundos traumas. Hoy, escondido por seguridad, pide a la comunidad internacional que ayude a los cristianos.
El P. Bako Francis Awesuh, de 37 años, fue secuestrado por pastores fulani musulmanes, un grupo que, de acuerdo a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), es responsable "de ataques mortales contra campesinos cristianos" en Nigeria.
El P. Awesuh era sacerdote de la parroquia de San Juan Pablo II en Gadanaji, en el estado de Kaduna, cuando sufrió el secuestro.