3 de junio de 2016 / 12:02 PM
¿Alguna vez se ha preguntado dónde podrían ir las personas que padecen un cáncer incurable y no tienen dinero para tratarse? En Rosary Hill Home, un hospicio de Nueva York a cargo de religiosas dominicas, acogen y atienden a estos pacientes hasta el fin de sus días.
El hospicio fue fundado en 1901, cuando los médicos creían que el cáncer era una enfermedad contagiosa. Las religiosas atienden a los enfermos sin importar su credo y cuando lo hacen recuerdan las palabras de su fundadora Rose Hawthorne Lathrop:
"No podemos curar a nuestros pacientes, pero podemos asegurarles la dignidad y el valor de sus últimos días, y mantenerlos cómodos y libres de dolor".