El Papa Francisco recordó, en la Audiencia General del miércoles, a Takayama Ukon, conocido como "el samurái de Cristo", que fue beatificado el 7 de febrero en la ciudad japonesa de Osaka y lo puso como ejemplo de fortaleza en la fe y en la caridad.
"Ayer, en Osaka, en Japón, fue proclamado Beato Justo Takayama Ukon, fiel laico japonés, muerto como un mártir en el 1615", dijo el Pontífice.
"Renunció a honores y comodidades aceptando las humillaciones y el exilio. Se mantuvo fiel a Cristo y al Evangelio; por eso representa un admirable ejemplo de fortaleza en la fe y de dedicación a la caridad".