En una multitudinaria Misa en su segundo y último día de visita a Egipto, el Papa Francisco invitó a los fieles romper la dureza de corazón y no tener miedo a amar al otro, aunque sea enemigo.
El Papa pidió a todos los fieles regresar con alegría a su vida cotidiana, junto a sus seres queridos y no tener miedo "a abrir vuestro corazón a la luz del Resucitado" para que Él "transforme vuestras incertidumbres en fuerza positiva para vosotros y para los demás". "No tengáis miedo a amar a todos, amigos y enemigos, porque el amor es la fuerza y el tesoro del creyente".
"El único extremismo que se permite a los creyentes es el de la caridad. Cualquier otro extremismo no viene de Dios y no le agrada", dijo también.