El Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos (Promsex) gastó más de 60 mil dólares para investigar a los grupos pro-vida en Perú y otros países de América Latina. Parte de este dinero provino de la multinacional del aborto Planned Parenthood, acusada de traficar con órganos de bebés abortados en sus instalaciones.
Según reportes de la Agencia Peruana de Cooperación Internacional (APCI), entre 2007 y 2011 la ONG Promsex invirtió 64.209 dólares en tres proyectos dirigidos a obtener toda la información posible sobre las organizaciones civiles y religiosas que defienden la vida desde la concepción, a quienes denomina "conservadores" y "antiderechos".
Sus proyectos también contemplaron la producción de material para desacreditar a estas organizaciones pro-vida.