En el séptimo aniversario de su viaje a Lampedusa, el Papa Francisco celebró este 8 de julio una Misa privada en la capilla de la Casa Santa Marta a las 11:00 a.m. (hora local) a la que asistieron el personal de la sección Migrantes y refugiados del Vaticano.
En su homilía, el Santo Padre comentó las lecturas de la liturgia del día y destacó que el encuentro con Jesús no va separado de la misión, del anuncio de proclamar la buena noticia
"La búsqueda del rostro de Dios está motivada por el anhelo de un encuentro personal con el Señor, un encuentro personal, un encuentro con su inmenso amor, con su poder que salva. Los doce apóstoles, de quienes nos habla el Evangelio de hoy, tuvieron la gracia de encontrarlo físicamente en Jesucristo, Hijo de Dios encarnado. Él los llamó por su nombre, uno a uno, hemos escuchado, mirándolos a los ojos; y ellos contemplaron su rostro, escucharon su voz, vieron sus prodigios. El encuentro personal con el Señor, tiempo de gracia y de salvación, lleva a la misión. Caminando, Jesús les exhortó: 'Vayan y proclamen que ha llegado el reino de los cielos'. Encuentro y misión, no van separados", advirtió el Papa.