Al acabar la Misa de clausura del Jubileo de la Misericordia, el Papa Francisco presidió el rezo del Ángelus, pero antes ofreció unas palabras de agradecimiento a todos los que han permitido que el Año Santo se desarrollase sin problemas.
"Doy un caluroso agradecimiento a las fuerzas del orden, a los operarios de los servicios de acogida, de información, sanitarios y a los voluntarios de toda edad y proveniencia".
Pero "doy las gracias de una manera particular al Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización y a aquellos que han cooperado en sus diversas partes", añadió.