El príncipe Alberto II y la princesa Charlene de Mónaco realizaron una visita privada al Papa Francisco en el Vaticano el pasado 18 de enero. Uno de los detalles más curiosos de este encuentro es que la princesa vestía de blanco, cosa que es poco usual en las mujeres que asisten a las audiencias privadas con el Pontífice.
Este es un protocolo del Vaticano para las audiencias y eventos con el Papa y se llama "privilège du blanc" (privilegio de blanco). Solamente gozan de él las reinas y princesas católicas o a las consortes de los monarcas católicos. Este don es un agradecimiento del Vaticano hacia las monarquías que se mantienen fieles al catolicismo.
El protocolo usual que establece el Vaticano para una audiencia con el Papa señala que las mujeres deben vestir preferiblemente de negro o colores oscuros. No pueden usar escote y es preferible evitar los adornos ostentosos. También deben llevar los brazos cubiertos. Si usan falda esta debe ir hasta debajo de la rodilla y se recomienda cubrirse la cabeza con una mantilla negra.