El Papa Francisco visitó a unos 270 niños y adolescentes huérfanos, abandonados o que sufrieron violencia; en el albergue "El Principito", en Puerto Maldonado, y les dijo que son "el tesoro más preciado".
Además de los 40 pequeños que viven en "El Principito y de algunos adultos que pasaron su niñez allí, estuvieron presentes los niños de distintos hogares de la zona como Santa Marta, Belén, Santa Cruz y de la institución de educación especial Stella Maris.
Tras recibir la Santo Padre con el popular canto "Alabaré a mi Señor", entonado por los niños y jóvenes, el responsable del hogar, el P. Xavier Arbex, agradeció su visita y le dijo "le queremos, porque su palabra nos da esperanza".