Colombia: Arzobispo recuerda el reto que Pablo VI dejó hace 50 años a sacerdotes

Colombia: Arzobispo recuerda el reto que Pablo VI dejó hace 50 años a sacerdotes
Papa Pablo VI (Foto dominio público)

En el marco de los 50 años de la visita del Papa Pablo VI a Colombia, este 22 de agosto Mons. Óscar Urbina Ortega, Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), alentó a los obispos y sacerdotes a ser fieles a su identidad como los exhortó el beato pontífice.

Mons. Urbina presidió una Misa en el Templete Eucarístico en Bogotá, construido para la visita de Pablo VI a Colombia en 1968. En su homilía el Presidente de la CEC resaltó que las palabras del profeta Ezequiel "sirven de telón de fondo, como un grito para que ustedes queridos hermanos obispos y sacerdotes, sigan siendo fieles a la identidad que el Papa proclamó".

El también Arzobispo de Villavicencio resaltó que "esto es lo que hace 50 años los hizo ser intercambio misterioso entre la pobreza y la riqueza misericordiosa de Cristo Buen Pastor".

El Presidente de la CEC recordó que el Beato Pablo VI ordenó a varios sacerdotes en 1968, de los cuales cuatro llegarían luego a ser obispos, y dijo que "el Buen Pastor es también el maravilloso anfitrión que nos hace sentar hoy de nuevo a su mesa y nos unge para que nuestra vida sea presencia, sacramento de su vida y su entrega".

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Los que fueron ordenados, continuó el Prelado, "sabían esa tarde que no sería fácil, pero llenos de esperanza emprendieron el camino en el que durante 50 años han descubierto, que gracias a Cristo, no les ha faltado nada, pues Él siempre ha estado".

Los sacerdotes y obispos, dijo Mons. Urbina, se convierten en "servidores del designio de amor sobrenatural, asociados al Papa en la enorme tarea de la evangelización" que tienen como tarea "salir de ustedes mismos y entrar en su órbita divina y hacer que su vivir sea Cristo".

"Hoy el Evangelio nos desafía de nuevo, pues nos llama a colocar en el centro, no el dinero, sino a las personas concretas", e invita a "recuperar la mirada de Jesús para ver en los otros hermanos, servidores de Dios, de un Dios bueno con todos, que nos pide ser lengua luminosa suya".

El Presidente de la CEC destacó también que "la ordenación sagrada es y será siempre una misericordia misteriosa que empuja a celebrarla, para ir al encuentro". Explicó que los obispos y sacerdotes se transforman con el sacramento del orden en el "amor que une a las gentes de este mundo. Somos su corazón. Somos su luz que adora y ruega, que goza y llora".

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Según informa la CEC, en la Misa también participaron obispos y sacerdotes que fueron ordenados por Pablo VI, como Mons. Flavio Calle Zapata, Arzobispo de Ibagué; Mons. Eulises González Sánchez, Obispo Emérito de San Andrés; y Mons. Libardo Ramírez Gómez, Obispo Emérito de Garzón.

La construcción del Templete Eucarístico duró dos años y fue inaugurado en 1968, en lo que fue el primer viaje de un Pontífice a Colombia y a América Latina, en el marco del 39º Congreso Eucarístico Internacional y de la II Asamblea General de los Obispos Latinoamericanos.

Lo que dijo Pablo VI a los sacerdotes de Colombia hace 50 años

El 22 de agosto de 1968 el Beato Pablo VI se dirigió al clero de Colombia en la Catedral de Bogotá para recordarles que debían vivir "vinculados todos en ese Cristo que personificamos en nuestro ministerio, en nuestra entrega a la voluntad del Padre, todos dedicados a la tremenda y dulce misión de conducir a Él, por Cristo en el Espíritu, a la grande familia humana".

Asimismo los alentó a esforzarse siempre para que "Cristo siga llegando a tantos que todavía caminan a tientas porque aún esperan más luz y más fuerza que, con vitalidad siempre nueva, brotan del mensaje de que sois portadores".

Pablo VI, que será canonizado el 14 de octubre, pidió también rezar "por la Iglesia universal, para que cada día más nítidamente refleje su misión de redención y de amor; oremos para que cuantos participamos del sacerdocio, vivamos continuamente nuestra consagración sobrenatural y divina, con la conciencia de ser Cristo comunicado y difundido, respetando sus dimensiones de santidad y de servicio abnegado".

El Beato Pablo VI también animó a rezar juntos "por el aumento y perseverancia de las vocaciones; por la armonía y santificación de las familias; por cuantos sufren; por la concordia y la paz del mundo en la justicia y en el amor".

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