4. Celia murió joven y Luis se encargó de sus hijos
Celia murió de cáncer a los 46 años, dejando a Luis para cuidar a sus cinco hijas, incluida Santa Teresa, futura patrona de las misiones, que tenía cuatro años en ese momento.
Luis murió en 1894, a los 71 años, después de permanecer largo tiempo enfermo y finalmente paralítico a causa de una arterioesclerosis cerebral.