Al mismo tiempo, varias fuentes en Chicago y Joliet subrayaron que el obispo Hicks es claramente un hombre con criterio propio, y que tiene puntos de vista y prioridades que se apartan evidentemente de las del Cardenal Cupich.
Por ejemplo, mientras el Cardenal Cupich es conocido como uno de los opositores más enérgicos de la Misa tradicional en latín dentro del episcopado estadounidense, los fieles que asisten a la Misa tradicional (TLM, por sus siglas en inglés) en la Diócesis de Joliet afirman que el obispo Hicks ha sido todo menos hostil.
“Tengo y sigo teniendo un gran sentimiento de gratitud hacia el obispo Hicks por su prudencia pastoral al proteger a su rebaño de las medidas draconianas emitidas en Traditionis custodes”, dijo Trevor Alcorn, quien asiste a la Misa tradicional en la parroquia San Juan Pablo II en Kankakee, Illinois. “Él sabía que las comunidades ligadas a la Misa tradicional habían dado y seguirían dando fruto en su diócesis, y se esforzó al máximo por preservarlas”.
Alcorn, copropietario de Tridentine Brewing, describió la protección que el obispo Hicks ha brindado a la Misa tradicional en Joliet como “silenciosamente eficaz”, porque evitó un protagonismo innecesario. También afirmó que se trató de un ejemplo de liderazgo sinodal, pues implicó que el obispo Hicks “escuchara a los fieles y tuviera en cuenta sus necesidades”.
El estilo litúrgico del obispo Hicks parece caracterizarse por una sencilla reverencia y un amor por la Eucaristía. Por ejemplo, en un video que acompaña su carta pastoral se ve al obispo distribuyendo la Comunión en la boca, postura que muchos asocian con la piedad eucarística. El obispo Hicks también promovió intensamente en Joliet el Avivamiento Eucarístico Nacional, y su diócesis fue la primera en acoger la procesión del año pasado, que fue de Indianápolis a Los Ángeles.
Las fuentes también describieron al obispo Hicks como un prelado teológicamente sólido que abraza la totalidad de la doctrina social de la Iglesia. Considera a San Óscar Romero, el mártir salvadoreño y defensor de los pobres, como un héroe personal, y ha escrito sobre la necesidad de que los católicos sean “contraculturales” respecto al aborto.
John Breen, profesor de Derecho en la Universidad Loyola de Chicago que criticó abiertamente la intención del Cardenal Cupich de homenajear al senador proaborto Dick Durbin este otoño pasado, describió al obispo Hicks como “un firme defensor de la causa provida”.
“Aunque ese mensaje es en gran medida contracultural en Nueva York, tengo plena confianza en que dará testimonio de la causa de los no nacidos y de todo el Evangelio de la vida a tiempo y a destiempo”, dijo Breen, que es el representante laico de la Diócesis de Joliet en el consejo de administración de la Conferencia Católica de Illinois.
Sin embargo, el arzobispo electo podría preferir un enfoque menos confrontativo, ya que fue uno de los 47 obispos diocesanos que firmaron una carta en 2021 oponiéndose a un documento de la USCCB sobre la “coherencia eucarística”, que se esperaba abordara la cuestión de negar la Comunión a los políticos católicos favorables al aborto.
El obispo Hicks también parece gozar de la estima de sus hermanos en el episcopado. En noviembre de 2024 fue elegido presidente del Comité para el Clero, la Vida Consagrada y las Vocaciones de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés), obteniendo más del 63% de los votos.
¿Perfil adecuado para Nueva York?
El obispo Hicks tiene un conjunto de habilidades diverso e impresionante. Pero, ¿cómo le irán sus sensibilidades del Medio Oeste en la Gran Manzana?
Con 2,5 millones de católicos, la Arquidiócesis de Nueva York es la segunda diócesis más grande de Estados Unidos, después de Los Ángeles. El arzobispo de “Gotham” también es una de las figuras católicas más visibles del país, dada la condición de Nueva York como capital mediática de Estados Unidos.
Tras el Cardenal Dolan, natural de St. Louis, y el Cardenal Edward Egan, natural de Chicago, el obispo Hicks será el tercer oriundo del Medio Oeste consecutivo que sirve como Arzobispo de Nueva York. Sin embargo, a diferencia del muy sociable y afectuoso Cardenal Dolan, el obispo Hicks ha dicho que él es más bien “un espíritu gentil”. A la vez, considera que es “capaz también de ser firme y de tratar de marcar una visión y una agenda, y de asegurarse de que avancen”.
El obispo Hicks compartirá el foco neoyorquino con el alcalde electo Zohran Mandami, el primer alcalde musulmán y socialista de la ciudad. La noticia de su inminente mudanza al Empire State coincide con el anuncio, el 17 de diciembre, de que la gobernadora Kathy Hochul, católica, promulgará una ley sobre el suicidio asistido.
Mientras tanto, la llegada del obispo Hicks podría contribuir a incrementar las vocaciones en Nueva York, donde actualmente sólo hay 23 seminaristas en formación para la arquidiócesis. Además de sus anteriores cargos en los seminarios de la arquidiócesis de Chicago y de su trabajo actual en la USCCB en el ámbito de las vocaciones, es obispo asesor del Institute for Priestly Formation, un conocido apostolado que forma a seminaristas en la espiritualidad ignaciana.
Las habilidades del obispo Hicks en lengua española y su experiencia en América Latina serán una ventaja en una arquidiócesis con más de un millón de católicos hispanos. Del mismo modo, sus dotes administrativas sin duda entrarán en juego a medida que la arquidiócesis trate de afrontar las consecuencias de las demandas por abusos sexuales cometidos por clérigos. Se han recortado presupuestos, se ha despedido personal y la arquidiócesis vendió la semana pasada bienes inmuebles por valor de 490 millones de dólares para indemnizar a las víctimas.
Lo que está claro es que el Papa León ya tiene a su elegido para la ciudad de Nueva York. Y el nombramiento de un prelado como el obispo Hicks —de mentalidad pastoral, orientado a la evangelización y preocupado por una liturgia reverente y una enseñanza clara— puede convertirse en el modelo de futuros movimientos episcopales en Estados Unidos bajo el pontificado de León, vengan o no sus elegidos de Chicago.
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en el National Catholic Register.
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