Peregrinos y turistas se dieron cita este lunes 15 de diciembre en la Plaza de San Pedro para participar en la tradicional ceremonia de inauguración del belén y el encendido del árbol de Navidad del Vaticano.
La religiosa italiana Raffaella Petrini, presidenta desde el pasado mes de marzo del Governatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano, subrayó que el belén y el árbol “son signos visibles de la esperanza y la luz que el Señor sigue regalando a la humanidad”.
Un abeto de 27 metros
Este año, el árbol que preside la Plaza de San Pedro es un abeto de 27 metros de altura, procedente de la provincia de Bolzano, en la región italiana de Trentino-Alto Adigio. Petrini lo propuso como metáfora del “redespertar de la fe en la vida que vence a la muerte, como expresan sus hojas siempre verdes”.
El belén también lleva sello italiano: procede de la Diócesis de Nocera Inferiore-Sarno, en Salerno, Campania, una de las más antiguas de Italia, cuyos orígenes se remontan al siglo III cuando la antigua ciudad romana de Nuceria Alfaterna, en el valle del Sarno, ya contaba con una comunidad cristiana organizada.