Durante los últimos dos años, mientras duraba la guerra en Gaza, todas las celebraciones navideñas se cancelaron en Belén, la ciudad natal de Jesús. Sin embargo, tras el reciente alto el fuego, la famosa ciudad decidió retomar las celebraciones, comenzando el 6 de diciembre con la iluminación del gigantesco árbol de Navidad frente a la histórica Iglesia de la Natividad.
"Han sido dos años de silencio terribles; sin Navidad, sin trabajo", declaró el alcalde de Belén, Maher Canawati, en una entrevista con la BBC. "Todos vivimos aquí del turismo y el turismo se ha reducido a cero", indicó.
Añadió: "Algunos dirán que no es apropiado y otros que sí, pero en el fondo de mi corazón sentí que era lo correcto porque la Navidad nunca debe detenerse ni cancelarse. Esta es la luz de la esperanza para nosotros".
Beit Jala y Beit Sahour, dos ciudades vecinas, también encenderán sus árboles de Navidad en los próximos días. Los hoteles también están recibiendo más reservas de turistas, así como de ciudadanos palestinos de Israel.
A pesar del alto el fuego, la guerra continúa en la zona. El P. Gabriel Romanelli, sacerdote de la iglesia de la Sagrada Familia en Gaza, la única parroquia católica de la franja, compartió en X que el mismo día del encendido del árbol de Belén, una bomba explotó a unos 200 metros de su parroquia. Nadie resultó herido.