Sobre Venezuela, a nivel de la Conferencia Episcopal, con el nuncio, estamos buscando maneras para calmar la situación, buscar sobre todo el bien del pueblo porque, muchas veces, quien sufre en estas situaciones es el pueblo, no son las autoridades. Las voces que vienen de Estados Unidos cambian y con cierta frecuencia, a veces, hay que ver.
Por un lado, parece que ha habido una conversación por teléfono de los dos presidentes. De otro lado, hay ese peligro, esa posibilidad de que haya alguna actividad, alguna operación, incluso invadiendo territorio de Venezuela.
Yo no sé más, yo de nuevo creo que es, digamos, mejor buscar maneras de diálogo, quizás presión, incluso presión económica, pero buscando otra manera para cambiar, si es lo que decide hacer Estados Unidos.
Mikail Corre (La Croix): Gracias por este interesante viaje. Usted ha dicho que hay que seguir tendiendo puentes entre mundos diferentes. Me gustaría preguntarle: algunos católicos de Europa creen que el Islam es una amenaza para la identidad cristiana de Occidente. ¿Tienen razón o qué les diría usted?
Papa León XIV: Todas las conversaciones que he mantenido estos días, tanto en Turquía como en el Líbano, incluidas las que he tenido con varios musulmanes, se han centrado en el tema de la paz y el respeto por las personas de diferentes religiones. Sé que no siempre ha sido así.
Sé que en Europa hay muchos miedos, pero la mayoría de las veces son generados por personas que están en contra de la inmigración y que intentan mantener fuera a las personas que pueden venir de otro país, de otra religión, de otra raza. Y en este sentido, me gustaría decir que todos necesitamos trabajar juntos.
Una de las cosas positivas de este viaje es haber llamado la atención del mundo sobre la posibilidad de que el diálogo y la amistad entre musulmanes y cristianos sean posibles. Creo que una de las grandes lecciones que el Líbano puede enseñar al mundo es precisamente mostrar una tierra en la que el islam y el cristianismo están presentes y se respetan mutuamente, y en la que existe la posibilidad de convivir y ser amigos.
Las historias y los testimonios que hemos escuchado en estos dos últimos días son de personas que se ayudan unas a otras. Cristianos y musulmanes, ambos han visto destruidas sus aldeas, por ejemplo, y nos decían que podemos estar juntos y trabajar juntos.
Creo que esta es una lección importante que debemos escuchar en Europa y Norteamérica. Quizás deberíamos tener un poco menos de miedo y buscar formas de promover un diálogo auténtico y el respeto.
Anna Giordano (Ard Radio): La Iglesia en el Líbano también cuenta con el apoyo de la Iglesia en Alemania. Por ejemplo, hay algunas agencias de ayuda alemanas activas en el Líbano. Desde este punto de vista, es importante que la Iglesia en Alemania siga siendo una Iglesia fuerte. Como seguramente sabe, hay un camino sinodal, Synodaler Weg, un proceso de cambio de la Iglesia en Alemania, que está avanzando. ¿Cree que este proceso puede ser una forma de fortalecer la Iglesia o es al contrario? ¿Y por qué?
Papa León XIV: El camino sinodal no es el único en Alemania, toda la Iglesia ha celebrado un sínodo y la sinodalidad en los últimos años. Hay grandes similitudes, pero también algunas diferencias marcadas entre cómo se ha llevado a cabo el Synodaler Weg en Alemania y cómo podría continuar mejor en la Iglesia Universal.
Por un lado, me gustaría decir que hay espacio para el respeto de la inculturación. El hecho de que en un lugar la sinodalidad se viva de una manera y en otro se viva de otra manera no significa que tenga que haber una ruptura o una fractura. Creo que es muy importante recordar esto.
Al mismo tiempo, me temo que muchos católicos en Alemania creen que ciertos aspectos del camino sinodal celebrados hasta ahora en Alemania no representan sus esperanzas para la Iglesia o su forma de vivir la Iglesia.
Por lo tanto, es necesario un mayor diálogo y escucha dentro de la propia Alemania, para que ninguna voz quede excluida, para que la voz de los más poderosos no silencie la voz de aquellos que pueden ser muy numerosos, pero que no tienen un lugar donde hablar y ser escuchados. De este modo, se garantizará que sus propias voces y expresiones de participación en la Iglesia sean escuchadas.
Al mismo tiempo, como seguramente saben, el grupo de obispos alemanes se ha reunido en los últimos años con un grupo de cardenales de la Curia romana. También allí se está llevando a cabo un proceso para tratar de garantizar que el Camino sinodal alemán no se aleje, por así decirlo, de lo que debe considerarse un camino de la Iglesia universal.
Estoy seguro de que continuará. Creo que habrá algunos ajustes por ambas partes en Alemania, pero espero sinceramente que las cosas se resuelvan de manera positiva.
Rita El-Mounayer (Sat-7 International): Somos cuatro canales cristianos diferentes de radiodifusión en Oriente Medio y el norte de África, dos en árabe, uno en farsi y otro en turco. En primer lugar, me gustaría darle las gracias por dedicar su tiempo al pueblo libanés. Yo misma soy hija de la guerra y sé lo que significa recibir un abrazo de Su Santidad, una palmada en la espalda y que te digan que todo irá bien. Lo que me ha impresionado es su lema In Illo Uno Unum. Este lema habla de tender puentes entre las diferentes confesiones cristianas, entre las religiones e incluso entre vecinos, lo que a veces puede resultar un poco difícil. Desde su punto de vista, ¿qué don único puede ofrecer la Iglesia en Oriente Medio —con todas sus lágrimas, sus heridas, sus desafíos y su historia pasada— a la Iglesia en Occidente y al mundo?
Papa León XIV: Me gustaría empezar diciendo que hoy en día las personas han crecido en una sociedad muy individualista. Los jóvenes, que han pasado mucho tiempo (ante el ordenador, n.d.r.) durante la pandemia del Covid y que a menudo tienen relaciones personales muy aisladas, porque solo se comunican a través de pantallas de ordenador o teléfonos inteligentes, a veces se preguntan: “¿Por qué deberíamos querer ser uno? Yo soy un individuo y no me interesan los demás”.
Y creo que aquí hay un mensaje muy importante que transmitir a todas las personas: la unidad, la amistad, las relaciones humanas, la comunión son extremadamente importantes y extremadamente valiosas. Si no por otra cosa, por el ejemplo que usted ha citado de alguien que ha vivido la guerra o ha sufrido y está sufriendo, lo que puede significar para él un abrazo. Esa expresión muy humana, real y sana de cuidado personal para sanar el corazón de otra persona.
A nivel personal, esto puede convertirse en un nivel comunitario que nos une a todos y nos ayuda a comprendernos y respetarnos mutuamente, yendo mucho más allá del simple: “Tú mantente alejado, yo me quedo aquí, tú quédate allí y no interactuemos”. Significa, en cambio, construir relaciones que enriquezcan a todas las personas.
Con este mensaje, sin duda, mi lema es gracias a Cristo in Illo es “en Cristo, que es uno, todos somos uno”. Pero no es solo para los cristianos.
En realidad, es una invitación a todos nosotros y a los demás a decir que cuanto más logremos promover la auténtica unidad y comprensión, el respeto y las relaciones humanas de amistad y diálogo en el mundo, mayor será la posibilidad de que dejemos a un lado las armas de la guerra, que dejemos a un lado la desconfianza, el odio y la animosidad que tan a menudo se han desarrollado, y que encontraremos la manera de unirnos y promover la auténtica paz y justicia en todo el mundo.
Buen viaje a todos y gracias a todos.
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