León XIV llegó a las 11:30 (hora local) de este martes a la abarrotada explanada de Beirut Waterfront, situada en una zona costera entre el pequeño puerto turístico y el centro de la capital. Desde el papamóvil cubierto, el Santo Padre saludó sin perder la sonrisa a los 150.000 fieles que le esperaban con entusiasmo para participar en la Santa Misa, la última cita de su visita al país de los cedros.
El Santo Padre avanzó en una solemne procesión junto a los concelebrantes hasta el altar al aire libre, engalanado para la ocasión con una alfombra roja y una gran cruz iluminada, portando su báculo, mitra y con la casulla morada propia del tiempo litúrgico del Adviento.
El Patriarca de Antioquia, Youssef Absi, le dirigió unas palabras de bienvenida, expresándole su agradecimiento por esta visita —en un momento crítico para el Líbano y toda la región—, la cual reciben como un mensaje de esperanza y un signo de la cercanía.
El Papa León XIV se despidió del pueblo libanés con una profunda homilía cargada de esperanza, en la que recordó que siempre existen motivos para dar gracias al Señor. Les invitó a buscar pequeños destellos de luz y alegría incluso en medio la oscuridad y las dificultades que atraviesa su nación, herida por la guerra.