El Arzobispo de Sevilla (España), Mons. José Ángel Saiz Meneses, dijo que la muerte no tiene la última palabra, sino el amor de Dios, en la Misa que presidió este jueves por los sacerdotes fallecidos de la archidiócesis este último año.
“La muerte no tiene la última palabra; la última palabra la pronuncia siempre el amor de Dios manifestado en su Hijo Jesucristo, que ha vencido al pecado y a la muerte”, dijo el prelado en la Misa que celebró en la Capilla de la Antigua de la Catedral de Sevilla, concelebrada por los obispos auxiliares, Mons. Teodoro León y Mons. Ramón Valdivia.
El arzobispo también resaltó en su homilía que el salmo leído este día “nos recuerda que el ministerio sacerdotal no se mide por la brillantez exterior, sino por la fidelidad silenciosa y por la confianza puesta en el Señor”.
“Muchos de los sacerdotes por los que hoy oramos vivieron una existencia discreta, quizá en parroquias pequeñas, en hospitales, en comunidades religiosas o en misiones lejanas. Pero el Buen Pastor conoce sus nombres y premia su entrega callada”, destacó Mons. Saiz, según informa una nota de la Archidiócesis de Sevilla.