“Una tentación es que el exorcista se vuelva autorreferencial, por ejemplo —como decía Papa Francisco— y que se cierre, se quede ensimismado en sus propias experiencias, sus propias vivencias, sus propias opiniones, juicios, valoraciones”, dijo.
Para hacer frente a esta tentación, explicó, sirve “la eclesialidad”, la cual se logra “con la obediencia, la comunión con el obispo, con el presbiterio de nuestras diócesis, y también con los exorcistas del país”.
Otra tentación, advirtió, es la del “protagonismo personal”, y subrayó que los exorcistas “simplemente hemos recibido un oficio particular y lo queremos hacer con toda la humildad y la caridad y la seriedad posible, pero sin ningún protagonismo”.
“El único protagonista de la liberación es Jesucristo, nuestro Señor, que establece su reino y destruye el dominio de Satanás”, subrayó.
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“El demonio existe” pero no hay que tenerle miedo
El P. López Ruiz subrayó que “la Iglesia enseña con seriedad que el demonio existe, como un dato revelado por Dios en la Sagrada Escritura”. Pero se trata, dijo, de “una criatura limitada, no omnipotente”, sino “con un poder que ha sido también enfrentado y vencido por la encarnación del Hijo de Dios, por su misterio pascual, por el don de su Espíritu”.
Su acción ordinaria, explicó, “es la tentación con la que el demonio trata de alejar al hombre de Dios y de asociarlo a su rebeldía contra Dios, contra Su reino”.
Las acciones extraordinarias del demonio, destacó, no deberían ser “el centro de atención de la pastoral de la Iglesia ni de nuestra preocupación”.
“Nuestra preocupación como Iglesia es en orden a que brille el Evangelio de Cristo en el mundo y que las almas y las personas puedan llegar a vivir la alegría de los dones que Dios nos da en su reino, que ofrece con la palabra los sacramentos”, aseguró.
“No hay que tenerle ningún miedo al demonio”, insistió, sino que se debe “tener temor de Dios, un temor que brota del amor, que es realmente con la libertad, tomarnos muy en serio que Dios nos ama y que lo amamos y que no queremos separarnos de su amor”, concluyó.