El príncipe Alberto II de Mónaco ha anunciado que no promulgará la nueva propuesta de ley que pretende flexibilizar las condiciones para acceder al aborto en este microestado europeo.
El monarca confirmó su rechazo a esta nueva propuesta, aprobada por el Consejo Nacional —con 19 votos a favor y 2 en contra— el pasado mes de mayo, durante una entrevista concedida al medio Monaco-Matin el 18 de noviembre, en el marco de la fiesta nacional.
Este propuesta legislativa pretendía autorizar el aborto hasta las 12 semanas de gestación y hasta 16 semanas en caso de violación, además de reducir de 18 a 15 años la edad mínima para prescindir del consentimiento parental.
En un gesto para defender los derechos de los no nacidos, el príncipe consideró fundamental el papel del catolicismo en el país.
Si bien comprende “la sensibilidad de este tema”, afirma que el marco jurídico vigente “respeta nuestra identidad y el lugar que ocupa la religión católica en nuestro país, garantizando al mismo tiempo un acompañamiento seguro y más humano”.
En consecuencia, Mónaco mantendrá la legislación sobre el aborto actualmente en vigor. Aunque esta práctica fue despenalizada en 2019, sigue siendo formalmente ilegal y únicamente se permite en tres supuestos excepcionales establecidos por la ley de 2009: violación, riesgo vital para la madre y malformaciones fetales graves.