El Papa León XIV reivindicó el ejemplo del millonario argentino, Enrique Shaw, cuyo liderazgo empresarial se distinguió “por la transparencia, la capacidad de escucha y el empeño para que cada trabajador pudiera sentirse parte de un proyecto compartido”.
Shaw nació en 1921 en el Hotel Ritz de París, en el seno de una familia de la élite argentina, pero pese a las comodidades que su origen le habría permitido, eligió un camino de entrega, humanidad y servicio hacia los demás. Murió con 41 años y fue declarado venerable por el Papa Francisco en 2021. Actualmente, su proceso de beatificación se encuentra en un estado avanzado en el Vaticano.
En un mensaje a los participantes de la 31 Conferencia Industrial de Argentina, que se celebra en Buenos Aires este jueves, el Pontífice destacó que su vida muestra que “se puede ser empresario y santo” y que “la eficacia económica y la fidelidad al Evangelio no se excluyen”.
“La caridad puede penetrar incluso en las estructuras industriales y financieras”, subrayó.
León XIV enfatizó además la coherencia entre la fe y la gestión empresarial de Shaw, mostrando cómo la Doctrina Social de la Iglesia “no es una teoría abstracta ni una utopía irrealizable, sino un camino posible que transforma la vida de las personas y de las instituciones al poner a Cristo como centro de toda actividad humana”.