El Papa León XIV declaró el martes que deben considerarse los derechos espirituales de los migrantes detenidos, en referencia a las personas que están siendo detenidas en Estados Unidos como parte de las políticas migratorias del gobierno federal.
“Muchas personas que han vivido por años y años, nunca causando problemas, se han visto profundamente afectadas por lo que está sucediendo ahora”, dijo el Pontífice el 4 de noviembre frente a Castel Gandolfo.
“Ciertamente invitaría a las autoridades a permitir que los agentes pastorales atiendan las necesidades de estas personas. Muchas veces han estado separadas de sus familias durante mucho tiempo. Nadie sabe lo que está pasando, pero sus necesidades espirituales deberían ser atendidas”, expresó.
Líderes católicos de Chicago intentaron llevar el 1 de noviembre la Sagrada Comunión a los detenidos en un edificio del área metropolitana de Chicago que alberga a personas arrestadas en el marco de la política migratoria restrictiva del gobierno de Trump.
El obispo auxiliar, Mons. José María García-Maldonado, y otros no fueron admitidos a pesar de haber solicitado el acceso con semanas de antelación e intentar seguir las directrices del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
El 4 de noviembre, un juez federal escuchó testimonios sobre las condiciones en el centro de detención de Broadview, operado por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por sus siglas en inglés).