Los obispos argentinos se encuentran reunidos en su 127ª Asamblea Plenaria, que comenzó este lunes y se desarrolla hasta el viernes 7 de noviembre en la casa de retiros El Cenáculo, de la localidad bonaerense de Pilar.
En ese marco, la Misa de apertura estuvo presidida por el Arzobispo de Mendoza y presidente de la Conferencia Episcopal, Mons. Marcelo Colombo, quien centró su homilía en las necesidades de los argentinos, con un llamado a las autoridades a gobernar por el bien del pueblo para que “nadie quede afuera”.
Mons. Colombo comenzó su mensaje expresando la alegría de compartir esta semana de trabajo en fraternidad al servicio de la Iglesia, en el marco del Jubileo de la Esperanza.
Jesús propone un nosotros más grande
Luego se refirió al Evangelio que relata una fiesta donde Jesús aconseja invitar “a los pobres, a los lisiados, a los cojos, a los ciegos”, una recomendación que, de acuerdo al prelado, “invierte las prácticas sociales fundadas en el reconocimiento mutuo, el amiguismo, el agradecimiento y la correspondencia”.
“Lo más común es invitar para ser invitado y reforzar así una pertenencia a un cierto grupo, inclusive para diferenciarse de otros”, indicó Mons. Colombo.