El Papa León XIV autorizó el viernes decretos que reconocen a 11 nuevos mártires así como a cuatro nuevos venerables para ser honrados por la Iglesia.
Durante su audiencia del 24 de octubre con el Cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, el Santo Padre aprobó los decretos que reconocen el martirio de nueve europeos del siglo XX asesinados “por odio a la fe” bajo los regímenes nazi y comunista.
Los Siervos de Dios polacos Jan Świerc, Ignacy Antonowicz, Ignacy Dobiasz, Karol Golda, Franciszek Harazim, Ludwik Mroczek, Włodzmierz Szembek, Kazimierz Wojciechowski y Franciszek Miśka fueron asesinados en los campos de concentración de Auschwitz (Polonia) y Dachau (Alemania), entre 1941 y 1942.
Víctimas del régimen nazi tras la ocupación alemana de Polonia en 1939, los nueve sacerdotes religiosos —que pertenecían a la Sociedad Salesiana de San Juan Bosco— fueron torturados y ejecutados por ser clérigos católicos.
Los otros mártires aprobados por el Papa León para ser proclamados santos son los Siervos de Dios Jan Bula y Václav Drbola, sacerdotes diocesanos de la antigua Checoslovaquia que fueron ejecutados entre 1951 y 1952 tras la toma del poder por los comunistas en 1948.
El viernes, el Santo Padre también aprobó decretos para que cuatro siervos de Dios sean declarados “venerables” por la Iglesia en reconocimiento de sus “virtudes heroicas”. Entre los nuevos venerables, tres son religiosos profesos de Europa.