El último domingo de septiembre es una fecha especial para los chilenos ya que, bajo la protección de la Virgen del Carmen, se dedica un Día de Oración por Chile. En esta oportunidad, en la ciudad de Santiago, la Plaza de Armas fue el punto de partida de la procesión, que reunió a unos 10.000 fieles.
Las celebraciones comenzaron a las 15:30 horas con danzas folclóricas en honor a la Virgen, y continuó con la caminata por las calles de la ciudad, con fieles de todas las edades que llevaron banderas y pañuelos demostrando su devoción a la Virgen, y rezando el Rosario, en cuyas intenciones estuvieron la unidad del país, las familias, los enfermos, los migrantes y la paz.
Al regresar, la Misa tuvo lugar en la catedral metropolitana y estuvo presidida por el Arzobispo de Santiago, Cardenal Fernando Chomali, acompañado por el Nuncio Apostólico en Chile, Mons. Kurian Mathew Vayalunkal.
En su homilía, el Cardenal recordó que “no se trata de venir solo este día, sino de preguntarnos si estamos haciendo la voluntad de Dios en nuestra vida”.
El purpurado llamó a seguir el ejemplo de María a través del servicio, porque “hacer algo por los demás es la fuente más profunda de nuestra alegría”, y advirtió que “una persona que se declara católica y no presta un servicio a los demás, no ha entendido lo que es ser católico”.
“Chile tiene una profunda alma cristiana y mariana, y se tiene que notar más”, señaló, pidiendo a los católicos “que seamos fuente de alegría”.