La sesión de otoño del Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) se celebra en Gorizia, Capital Europea de la Cultura 2025 junto con Nova Gorica. Los actos se inauguraron con un discurso del Cardenal Matteo Zuppi, presidente del Episcopado.
"La Europa unida —comenzó el purpurado— ha hecho posibles muchas cosas que antes y durante mucho tiempo parecían imposibles, precisamente porque se basaba en la cooperación, en la conciencia de un destino común de paz entre los países de Europa que habían luchado entre sí y del mundo”.
“Estos frutos demuestran que Europa existe y es un camino hacia el futuro, quizás más de lo que sus ciudadanos perciben debido a la distancia entre las instituciones comunitarias. No solo Italia, sino Europa en su conjunto, puede convertirse en maestra de paz", afirmó.
El presidente de la CEI también habló de una sensación generalizada de desorientación. “Existe un miedo generalizado al futuro, también porque muchas personas viven solas, y el nuestro es a menudo un pueblo solitario, con el tejido familiar y comunitario desmoronado. El miedo al futuro nos confina al presente y a su defensa. Incluso el problema del declive poblacional es una expresión de este miedo, de este ensimismamiento, de la falta de esperanza en el futuro”.
“La guerra —observa el Cardenal Zuppi— ya ha empeorado la vida de muchos países y millones de personas. ¿Cómo no pensar en Gaza, donde, mientras los rehenes israelíes siguen cautivos en condiciones inhumanas, una población entera, hambrienta y bombardeada, se ve obligada a un éxodo continuo, con un sufrimiento tan dramático como cualquier éxodo?”.
“Hacemos nuestras las palabras de León XIV, uniéndonos a su oración. La Iglesia italiana se une a su enérgico y sentido llamamiento al alto el fuego y a la liberación de los rehenes. Pedimos: que cese el ruido de las armas en nombre del respeto a la dignidad inviolable de la persona humana, de toda persona; que se proteja a los civiles de toda forma de violencia física, moral y psicológica; que se garantice a todos la libertad de decidir dónde y cómo vivir, en el respeto a los demás y en fraternidad, siguiendo el principio de dos Estados, única forma de dar un futuro al pueblo palestino, secuestrado por Hamás y la continua ofensiva militar”.