El P. Eduardo Chávez, director del Instituto Superior de Estudios Guadalupanos (ISEG) y considerado el mayor experto en las apariciones de la Virgen de Guadalupe, agradeció la invitación del Papa León XIV a participar en un reciente congreso mariológico en Roma.
El P. Chávez y el Dr. David Ricardo Ojeda Correa, médico y director del Campus Mérida del ISEG, participaron en el 26° Congreso Mariológico Mariano Internacional, organizado en Roma del 3 al 6 de septiembre.
“El Papa León XIV ha invitado al Instituto Superior de Estudios Guadalupanos a participar en el 26° Congreso Mariológico Mariano Internacional por medio de la Pontificia Academia Mariana Internacional y la Pontificia Comisión para América Latina. Esto realmente es un gran honor, el poder manifestar la evangelización perfectamente inculturada que realizó y que sigue realizando la Virgen Santísima de Guadalupe y ahora desde la Santa Sede para el mundo entero”, dijo el P. Chávez este 11 de septiembre a ACI Prensa.
El P. Chávez recordó luego que el primer Obispo de México, el franciscano Fray Juan de Zumárraga —el prelado que fue testigo de la aparición de la imagen de Santa María de Guadalupe en la tilma del indio San Juan Diego— comunicó al rey de España que “quizás quiere y ha querido Dios, que de acá, desde las Indias, la universal reformación se haya de continuar, se haya de comenzar”.
Para el sacerdote mexicano, las de Zumárraga “realmente son palabras, yo diría, casi proféticas, porque eso es lo que hace la Santísima Virgen de Guadalupe, una verdadera reforma profunda en Jesús. Ella nos lleva a Jesús, hace de Jesús nuevamente ese centro que debe de tener nuestra existencia. Si nosotros nos desviamos, es ella quien nos lleva a Jesús”.
El congreso concluyó con un encuentro de los participantes con el Papa León XIV en el Aula Pablo VI del Vaticano, el 6 de septiembre. En esa ocasión, el Santo Padre les aseguró que “contemplar el misterio de Dios y la historia desde la mirada interior de María nos protege de las distorsiones de la propaganda, de la ideología y de la información malsana, que nunca pueden pronunciar una palabra desarmada y desarmante, y nos abre a la gratuidad divina, la única que hace posible que las personas, los pueblos y las culturas caminen juntos en paz”.