Con un llamado a seguir confiando en que María no los abandona, los cubanos salieron en procesión en varias ciudades de la isla para celebrar la fiesta de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona del país caribeño.
Pinar del Río, Cienfuegos, Santa Clara, Holguín, entre otras ciudades, fueron testigos del paso de la imagen mariana.
En Santiago de Cuba, que acoge la escultura original, el arzobispo alentó a los cubanos a no desfallecer, pues “en 400 años Cuba ha pasado muchas dificultades” y “la Virgen ha estado aquí”.
La devoción a la Virgen de la Caridad se remonta a comienzos del siglo XVII, cuando dos hermanos indios y un esclavo africano hallaron la imagen flotando en las aguas de la bahía de Nipe, la cual luego sería trasladada al poblado minero de El Cobre, desde donde esta advocación se expandió a toda la isla convirtiéndose en símbolo de unión entre los cubanos.
Esta historia fue recordada ayer por el Arzobispo de Santiago de Cuba, Mons. Dionisio García, durante la Misa por la fiesta de la Virgen de la Caridad. Indicó que ninguno de los tres que hallaron la imagen “podía tener decisiones. Eran gente trabajadora, humilde”, que descubrieron que Dios se hacía presente en sus vidas “porque habían sido educados en la fe”.