El Obispo de Avellaneda-Lanús, en Argentina, Mons. Marcelo Margni, condenó los incidentes de violencia ocurridos durante el partido entre Independiente y Universidad de Chile por la Copa Sudamericana, jugado el miércoles en Avellaneda.
Los incidentes comenzaron al inicio del segundo tiempo, cuando hinchas de Universidad de Chile arrojaron trozos de mampostería, escobas y partes de sanitarios, además de otros objetos que provocaron heridos, incluido el estallido de una bomba de estruendo.
Los disturbios obligaron a suspender el partido y derivaron en golpizas, numerosos heridos —algunos de gravedad— y cerca de 90 detenidos. Entre las víctimas había simpatizantes ensangrentados, despojados de su ropa e incluso una persona que saltó al vacío.
Ante lo sucedido, el Obispo de Avellaneda-Lanús, Mons. Marcelo Margni, se pronunció en nombre de la Iglesia para manifestar “nuestro dolor y repudio frente a los hechos de violencia sucedidos anoche en nuestra querida ciudad”.
“Avellaneda se distingue como una ciudad del fútbol, donde familias, niños, jóvenes y adultos celebramos con alegría la pertenencia a nuestros equipos y la sana competencia deportiva. Por eso, lo acontecido nos entristece y nos avergüenza”, expresó.
“Como Iglesia alzamos la voz contra toda forma de violencia y ofrecemos nuestra colaboración en todo lo que sea necesario para construir una sociedad más justa y pacífica”, añadió.