La querida Iglesia de Kiruna en Suecia concluye este miércoles un recorrido cuidadosamente coreografiado a través de la ciudad minera del Ártico, completando así un viaje de dos días y casi 5 kilómetros, que ha salvado con éxito el monumento luterano de 113 años de antigüedad.
El gigantesco movimiento hizo que la estructura de madera, que pesa más de 600 toneladas, fuera transportada en remolques especializados que se movían a aproximadamente 0.46 kilómetros por hora.
Ubicada a 144 kilómetros al norte del Círculo Polar Ártico, en la región de Laponia, en el extremo norte de Suecia, Kiruna no solo es la ciudad más septentrional de Suecia, sino que también se encuentra sobre uno de los depósitos de mineral de hierro más ricos del planeta, extraído de forma continua desde la década de 1890.
La reubicación es parte de una transformación urbana más amplia de Kiruna, necesaria debido al hundimiento gradual del suelo provocado por la cercana mina de hierro. Más recientemente, en esta zona se localizó el mayor yacimiento de tierras raras de Europa.
El edificio más bello de Suecia
Lena Tjärnberg, vicaria de la parroquia protestante, bendijo el inicio de la reubicación histórica el lunes por la mañana, reconociendo tanto la necesidad como la angustia de abandonar el sitio original de la iglesia después de más de un siglo de ministerio.