Este 17 de agosto, parroquias y comunidades de todo el país festejarán el Día Nacional de la Juventud Católica mexicana, una jornada convocada por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) dedicada a agradecer a Dios el don de la juventud y a renovar el compromiso de construir la “civilización del amor”.
Desde 2015, esta jornada se realiza cada año el domingo posterior al 12 de agosto, coincidiendo con el Día Internacional de la Juventud promovido por la ONU. Para esta edición, la Dimensión Episcopal de Pastoral de Adolescentes y Jóvenes (DEMPAJ) de la CEM preparó un subsidio con recursos litúrgicos, formativos y recreativos para que las diócesis de todo el país puedan animar la celebración.
De acuerdo con el documento, el objetivo es “dar gracias a Dios por el don de la Juventud y celebrar con alegría el regalo de la fe para que, con su fuerza dinamizadora, su espíritu de lucha y su protagonismo evangélico, renovemos nuestro compromiso por seguir construyendo la civilización del amor”.
Respuesta y de compromiso con el llamado
En la presentación del documento, los obispos responsables de esta pastoral, Mons. Jorge Cuapio Bautista, Obispo de Iztapalapa; y Mons. Manuel González Villaseñor, Obispo Auxiliar de Guadalajara, explican que la conmemoración “no se trata de un día triunfalista por nuestra fe ni de distinción entre los demás, sino un día de respuesta y de compromiso, en gozo y alegría, al llamado del Señor”.