El Arzobispo de Santiago y Primado de Chile, Cardenal Fernando Chomali, reflexionó sobre la nostalgia y la esperanza, definiendo a la primera como “cierta ausencia que nos moviliza”, y a la segunda como “la búsqueda de aquello que sacia y que se percibe como posible”.
En ese contexto, consideró que “el mundo dejará de tener valor cuando perdamos la esperanza y la nostalgia, que son las que nos movilizan y dan fuerzas para seguir adelante cada día, para levantarnos incluso cuando todo parece difícil”.
Lo hizo en el marco de una columna titulada Nostalgia, elaborada en exclusiva para ACI Prensa, que transcribimos a continuación.
Nostalgia
Por el Cardenal Fernando Chomali
Me llama gratamente la atención ver cada mañana a cientos de hombres y mujeres que se levantan muy de madrugada para trabajar, al igual que cientos de jóvenes que lo hacen para ir a estudiar. Muchos se preparan con gran sacrificio para acceder a un futuro más próspero. A pesar de las dificultades de la vida, las personas se movilizan, trabajan, estudian, se casan, ¿Por qué? La razón probablemente reside en que en el fondo de cada ser –y me incluyo– sentimos nostalgia. Mucha nostalgia. El Diccionario de la lengua española la define como “pena de verse ausente de la patria o de los deudos o amigos”. También la expone como “tristeza melancólica originada por el recuerdo de una dicha perdida”, añoranza. Yo la definiría como la presencia –en lo más íntimo de nuestro ser– de una cierta ausencia que nos moviliza. Se nos aparece cada día como necesidad, como deseo, como algo queremos lograr.