En su visita a México, Mons. Paul Richard Gallagher, secretario del Vaticano para las Relaciones con los Estados, reconoció que el país enfrenta “heridas causadas por el crimen organizado, la corrupción y la desigualdad económica”, pero lo definió también como una tierra de esperanza.
El arzobispo participó en la celebración de la “Fiesta del Papa”, realizada el 25 de julio en la Nunciatura Apostólica en Ciudad de México, con motivo de la elección del Papa León XIV.
En su mensaje, el prelado nacido en Liverpool (Inglaterra) expresó un profundo reconocimiento al pueblo mexicano por su resiliencia y su tradición espiritual.
“México es una nación donde a menudo han brotado flores de la sangre de los mártires y donde la esperanza ha triunfado sobre las dificultades”, afirmó Mons. Gallagher. En ese sentido, valoró el testimonio de la Iglesia Católica, que —dijo— “no ha sido perfecta, pero ha perseverado, con el pueblo y para el pueblo”.
Recordó además el legado de los primeros evangelizadores, quienes impulsaron la creación de escuelas y hospitales, así como la defensa de los pueblos originarios, “a pesar de las fallas y deficiencias tan evidentes en gran parte de la historia colonial”.
Gallagher resaltó que la Iglesia Católica en el país ha estado presente a lo largo de los grandes momentos de la historia nacional, como la independencia, los movimientos revolucionarios, las reformas sociales y la persecución religiosa del siglo pasado.