Jerusalén recibió al nuevo Custodio de Tierra Santa

“Es muy hermoso por lo que representa: en nuestro sello hay dos escenas que hacen referencia al Santo Cenáculo. En la mitad inferior del sello, Jesús lava los pies a los discípulos, y en la parte superior, Pentecostés, la venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles, reunidos en el Cenáculo con María”, explicó Fray Patton.

Para el Custodio saliente, esta es una manera especial de pedirle al nuevo Custodio que continúe con el servicio a los más necesitados, junto a sus hermanos franciscanos, siendo dócil al Espíritu Santo para llevar adelante la misión que la Iglesia les ha encomendado.

Dirigiéndose a la asamblea reunida en la Iglesia, Fray Ielpo agradeció su presencia, declarando que se sentía como San Pedro, al ser llamado por Jesús a hacer algo inesperado. 

“La vida es vocación. El Señor Jesús nunca deja de llamarnos. En cada momento y en cada circunstancia de nuestra existencia, el Maestro sale a nuestro encuentro, llamándonos a lo inesperado y a lo humanamente imposible”, dijo.

“En la tormenta que atraviesa Tierra Santa, siento la necesidad de mantener la mirada fija en Jesús. No un Jesús abstracto, sino ese Jesús que puedo reconocer en los sacramentos y en los rostros de tantos hermanos y hermanas de Tierra Santa que llevan los rasgos de Cristo pobre y crucificado”, agregó el nuevo Custodio.

Tras el discurso, el nuevo Custodio abrazó a sus hermanos presentes.

Fray Ielpo visitó este viernes 25 de julio la Basílica del Santo Sepulcro, donde rezó de rodillas frente a la Piedra de la Unción.