Durante décadas, los seminarios católicos de Estados Unidos, afectados por la crisis posterior al Concilio Vaticano II de la década de 1960 y la crisis de abusos sexuales, han visto disminuir constantemente el número de candidatos al sacerdocio.
Hasta ahora, esta tendencia no ha cambiado, pero ya no refleja la realidad de los seminarios, que se encuentran en su mejor momento en décadas en cuanto a cultura y calidad de la formación sacerdotal, según los expertos.
“Estoy convencido de que los seminarios católicos estadounidenses están en muy buen estado, mejor que en muchas décadas. Si bien existen estadísticas sobre la formación en seminarios, mi propia conclusión se basa en mi experiencia personal y en conversaciones con muchos otros rectores y formadores de seminarios durante los 14 años que llevo en este trabajo. Incluso la llamaría una ‘época dorada’ de la formación en seminarios”, afirmó el P. Carter Griffin, rector del Seminario San Juan Pablo II en Washington D.C.
“Algunos seminarios aún necesitan reformarse, pero... en una considerable mayoría, los seminarios estadounidenses están en su mejor momento en décadas”, coincidió George Weigel, destacado autor católico y miembro distinguido del Ethics and Public Policy Center.
Weigel, conferenciante frecuente en seminarios estadounidenses, afirma haber observado “un nivel de madurez de los seminaristas y de participación del profesorado en la formación que habría sido sorprendente hace 40 años, quizás incluso hace 25”.
Para el año académico 2023-2024, la matrícula en programas postuniversitarios de formación sacerdotal se situó en 2.920 seminaristas, un aumento del 6%, aunque en general representa una "continuación de un declive relativamente lento a largo plazo" de los últimos 40 años, cuando la cifra comparable era el doble, con 6.426, según un informe anual sobre seminarios estadounidenses publicado por el Centro de Investigación Aplicada al Apostolado de la Universidad de Georgetown.