No todos los influencers rinden culto a su propia imagen ni se preocupan sólo por monetizar su presencia en línea. En el panorama de las redes sociales también hay misioneros digitales dedicados a anunciar la verdad de Cristo.
Gracias a estos influencers católicos, muchas personas encuentran una voz amiga en la que confían y, a través de ella, reciben una caricia de Dios. Esto ha abierto un nuevo terreno fértil para la evangelización: un espacio donde “se tiene sed de Dios y no se le conoce”, según señala Mons. Lucio Adrián Ruiz, secretario del Dicasterio para la Comunicación del Vaticano.
Estas personas “no venden cosas, sino que aman a Jesús y a la Iglesia, y se dedican a buscar el sufrimiento, a llevar la Palabra, a encontrar y a sanar heridas. O sea, que son buenos samaritanos en la red”, indicó el funcionario vaticano en una reciente entrevista con EWTN News.
Este sacerdote argentino es uno de los principales organizadores del “Jubileo de los misioneros digitales y de los influencers católicos”, que se celebrará en Roma los días 28 y 29 de julio de 2025, en el marco del Año Santo y en coincidencia con las dos primeras jornadas del Jubileo de los Jóvenes.
La semilla de este gran evento eclesial —en el que la Iglesia Católica reconocerá el entorno digital como un auténtico campo de misión— germinó durante el proceso sinodal de escucha abierto por el Papa Francisco en octubre de 2021.
Hace cuatro años, los misioneros digitales —expertos en las plataformas tecnológicas — completaron más de 180.000 encuestas de las que salieron cerca de 150.000 propuestas sinodales. Una de las conclusiones que más eco tuvo es que el 30 % de los que quisieron participar en el cuestionario de consulta no eran creyentes, sino agnósticos o personas alejadas de la Iglesia.